CUMBRE DE PARÍS SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO 

 

Lo positivo de este acuerdo es la aceptación global del problema y de la responsabilidad en la solución. Lo negativo, el grado de implicación y compromiso de cada país en función de su "aportación contaminante" y la falta de transparencia sobre las medidas que se pretenden adoptar para llegar a estos objetivos.

¿Es suficiente? ¿Nos encontramos ante otra reunión mediática?

Acuerdo de París para mitigar el Cambio Climático.


- Mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de 2ºC con respecto a los niveles preindustriales.

- Reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero, hasta llegar al objetivo 0 a mitad de siglo XXI”

- Establecer un fondo común de 100.000 millones de dólares al año, a partir del 2020.
 


Los representantes de 195 países se reunieron en Paris durante 2 semanas (30 de Noviembre al 11 de Diciembre de 2015) para llegar a un acuerdo de lucha contra el Cambio Climático.Ha sido la vigésima primera reunión de este tipo, pero podría tratarse de la última oportunidad para empezar a tomar medidas drásticas conjuntas.
Hemos de celebrar que se ha firmado un texto consensuado, en el que se reconoce la existencia del problema y se acepta la responsabilidad común del mismo como base de la búsqueda de soluciones.  

Se trata de disminuir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) para evitar el efecto invernadero, causante del calentamiento global. Las reuniones y adhesiones a los diferentes tratados (incluyendo Kyoto, en 1997 y Copenhague en 2009) han demostrado ser un fracaso y un ejercicio de hipocresía mundial, sobre todo de los diez países que aportan el 75% del problema. Entre China y Estados Unidos ya generan el 40%. Está claro que ningún gobierno de los Estados más contaminantes está dispuesto a anteponer el problema ecológico a su desarrollo económico, aunque ello suponga una catástrofe irreversible para su población o para nuestro planeta. En el más puro de los cinismos se pretende que el resto de países realicen el mismo tipo de “esfuerzo” que ellos, sin poseer la misma tecnología y los mismos recursos.

La falta de información y compromisos reales están convirtiendo estas reuniones en una sucesión de bellos discursos, aliñados con pensión completa a cargo de los sufridos contribuyentes.

 

Supeditar ecología a la economía supone “pan para hoy y hambre para mañana”. Es el  momento de certificar la muerte de este voraz sistema productivo y económico, para dar paso a uno sostenible y solidario. Es vital dejar de hablar de dinero para empezar a hablar de ecosistemas, tecnologías limpias y responsabilidad en el consumo. Es el momento de dejar que hablen las personas que saben como solucionar los problemas medioambientales, porque los conocen, los estudian y no poseen otro interés que no sea el común de todos los habitantes. Debería crearse una ONU ecológica, independiente,  integrada por científicos, biólogos y activistas de todo el mundo, que investigue solidariamente la aplicación de tecnologías limpias, que tuviera capacidad de sancionar a cualquier país que no aplique las medidas consensuadas.

Este es el mensaje que debería salir de una cumbre mundial sobre ecología.

 

® Fundación Francisca Mateos, Lucha por la Paz