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Extremadura siempre ha llevado la etiqueta de ser "la
cenicienta" de España. La pobreza y la falta de desarrollo de la
región ha provocado la diáspora de extremeños a las grandes
ciudades en busca de un futuro cierto. A Madrid llegaron
multitud de extremeños en busca de trabajo y un futuro cierto
para sus familias. Tuvo que ser duro dejar el apego familiar y
el campo, para asentarse en un laberinto de cemento y asfalto a
280Km. de su tierra. En Madrid todo resulta extraño y el
desapego llega a convertir a la persona en un habitante aislado
entre millones, sin raíces ni costumbres. Con el tiempo se
convierte en una crisis de identidad. Los que se han visto
obligados a vivir en el extranjero conocen este extremo de
primera mano.
Como humanista e intelectual, Dª. Francisca Mateos fue
consciente de esta circunstancia, porque ella misma la sufrió.
Si en el extranjero el lazo de unión entre los españoles era la
propia nacionalidad, en Madrid tendría que existir alguno para
unir a los sufridos extremeños. Siendo Extremadura una región
muy vinculada a sus creencias religiosas, el Cristo de su pueblo
natal continuó siendo su maestro y aliado.
El 13 de Septiembre de 1956 dos
locutores de Radio Nacional de España entrevistaron a
Francisca Mateos acerca de la historia del Cristo de la
Victoria, y de su proyecto de fundar una Cofradía en Madrid
en la cual pudieran reunirse no solamente los extremeños,
sino cualquier persona que compartiera el principio
fundamental de fraternidad, con el Cristo como nexo común.
En una reunión, propone a la directiva
de la
Cofradía de la Virgen del Puerto de Madrid
realizar una peregrinación a Plasencia-Serradilla, y
la entronización de un cuadro del Stmo. Cristo de la
Victoria en la Ermita que ellos tienen a orillas del río
Manzanares. La respuesta es inmediata. Están encantados con
la idea pero prefieren una escultura del Cristo en vez de un
cuadro.
Esta circunstancia le obligó a buscar un
escultor que pudiera realizarle una copia, si no igual, lo
más parecida posible del original existente en Serradilla
(Cáceres). Tras varios intentos fallidos con grandes
eminencias en el mundo del arte, logra contactar con D.
Víctor González Gil.
Al no encontrar apoyos, Francisca Mateos
Rodríguez difunde la devoción al Stmo. Cristo de la Victoria
entre los vecinos de su barrio y amistades personales. Con
todos ellos realiza la primera peregrinación a Serradilla.
Ante la ausencia de hoteles o pensiones en el pueblo,
Francisca Mateos hizo un llamamiento a los serradillanos
para que acogieran en sus casas a los peregrinos placentinos
y madrileños. El pueblo entero abrió sus puertas para
acogerles.
La Cofradía, aprobada por el Arzobispado de Madrid el 24 de
Abril de 1965, ya contaba con numerosos miembros y
simpatizantes. Sus Estatutos fundacionales, hechos de puño y
letra por ella, son la materialización de una Asociación
religiosa construida por una persona para que los demás la
disfruten. Como Fundadora, Dª. Francisca Mateos tuvo que sufrir
la injusticia de no poder figurar como Hermana Mayor, debido a
su condición de mujer.
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Estatutos
Fundacionales de la Cofradía.
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Entronización del Cristo en la
Parroquia de San Millán y San Cayetano, de Madrid
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La falta de apoyos en su origen le
dejó batallando en solitario, sin más ayuda que la de los miembros de
su familia y los apoyos de los amigos, con el agravante de ser viuda,
madre y pilar de dos Grupos Escolares. La historia se repitió, al igual
que en su juventud: nadie quiso ayudarla, y confió en su fe. Todos
pensaron que era un proyecto demasiado grande como para realizarse,
pero ella sola fué capaz de enfrentarse a las circunstancias y lograr
sortear todas las dificultades que le planteaban las autoridades
eclesiásticas y la falta de implicación en el proyecto de la propia
comunidad extremeña. Esta fue la composición de la Primera Junta
Directiva de la Cofradía:
Otras imágenes del Stmo. Cristo de la Victoria fueron llevadas a misiones en Perú y a la
U.R.S.S.
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Imagen del Stmo. Cristo de Serradilla llevado a la
U.R.S.S.
por Belisario Sánchez, hijo de Dª Francisca Mateos.
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Cristo de la Victoria en Perú, con Mª Candelas Martín Bueno.
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En la actualidad la Cofradía continúa situada en la Iglesia de
San Millán y San Cayetano de Madrid, donde está expuesta la
Imagen del Cristo para su veneración.
El proyecto de la Cofradía del Stmo. Cristo de Serradilla
cumplió un doble objetivo dentro de la vida de Dª. Francisca:
fue una plasmación de su gran devoción y de su gran labor
humanista.
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La Cofradía en hechos cronológicos:
El 13 de Septiembre de 1957 vuelve a hablar por Radio Nacional de
España de la futura peregrinación a Serradilla. La entrevista por
segunda vez D. Lucas González Herrero, placentino, que entablará con ella una amistad y admiración que
perdurará hasta el final de su vida, llegando a ser miembro de Honor de
la Primera Junta Directiva de la Cofradía del Stmo. Cristo de
Serradilla en Madrid, fundada por ella un año después.
En 1958 realiza dos peregrinaciones en el mismo año a Serradilla. En la
primera solamente van madrileños y placentinos. En la segunda, 17 y 18
de Mayo, se suman la familia de
serradillanos compuesta por D. Joaquín Álvarez Sánchez, su esposa
Carmen y sus hijas Eugenia y Pilar. El pueblo de Serradilla vuelve a
hacer gala de la solidaridad que le caracteriza y acoge en sus casas a
todos los peregrinos. A partir de entonces y hasta el día de hoy
continúan realizándose todos los años peregrinaciones de Madrid a
Serradilla.
El 27-03-1958 Francisca Mateos encarga la Imagen del Cristo de la Victoria a D. Víctor González Gil.
D. Víctor, consciente de las
dificultades económicas por las que atraviesa Francisca Mateos queda
perplejo ante la fe y el carisma de ella y le da
a elegir la forma de pago que mejor le
convenga. Francisca agradece el detalle pero insiste en que la trate
como a cualquier otro cliente pues tiene la certeza de que su Cristo le
ayudará.
D. Víctor le presenta un contrato normal
que firman los dos y Francisca Mateos le entrega mil pesetas de señal.
En Abril de 1958 Francisca Mateos Rodríguez funda la Cofradía del Stmo. Cristo de la Victoria en Madrid.
En el Arzobispado le rechazan los Estatutos porque ya existía otra Cofradía registrada con el mismo nombre.
Varios meses después la recibe el Obispo Auxiliar de Madrid, Dr.
García-Lahiguera, y Francisca Mateos le entrega los Estatutos con la
nueva denominación: Cofradía del Stmo. Cristo de Serradilla en Madrid.
El Dr. García-Latiguera pone otro impedimento a los Estatutos: las mujeres no pueden figurar en los cargos directivos.
Francisca Mateos, a falta de serradillanos, sustituye los nombres por
los de Lucas González Herrero, el locutor de Radio Nacional de España,
Víctor González Gil, el escultor del Cristo, y por el de su propio
hijo, Belisario.
Tampoco esta solución es válida para la aprobación de los Estatutos. El
Obispo Auxiliar exige un nuevo requisito: La Cofradía debe tener una
sede oficial y no el domicilio particular de la fundadora. Es decir,
que había que buscar una Iglesia que estuviera dispuesta a acoger la
imagen del Cristo de Serradilla y admitir en su seno a la Cofradía como
tal.
A partir de entonces comienza la larga peregrinación de Francisca Mateos por todas las iglesias de Madrid. Habla con
los Párrocos. Unos la tratan con benevolencia, otros no. Es solo una mujer cargada con la Imagen de un
Cristo a cuestas pero con el bolsillo vacío.
Al fin llega a la Iglesia del Pilar,
acompañada por Luís Vega, el Hermano Mayor de la Cofradía (nombrado
para la circunstancia). Se entrevistan con D. Daniel Lantreabe, el
Párroco, y les ofrece uno de los altares laterales. Francisca Mateos
quiere que lo ponga por escrito, pero Luís Vega la reprende diciéndole
que la palabra de un Párroco vale más que la de un Notario. D. Daniel
Lantreabe fallece y el nuevo Párroco, D. Marcelino Campillo, es
inflexible y no acepta la palabra dada por su antecesor ya que dice que
las palabras se las lleva el viento.
Francisca Mateos le recuerda a Luís Vega que ella pidió un documento
escrito y que él la reprendió por ello. La reacción de Luís Vega fue su
dimisión irrevocable, dejándola enferma y sola ante el nuevo problema.
En 1960 Víctor González Gil terminó la Imagen del Stmo. Cristo de la
Victoria. Francisca Mateos le vaticina un gran éxito profesional si
consigue exhibirla en el primer concurso que se convoque en España. Son
los Cruzados de la Fe, de Madrid, los que anuncian un Premio Nacional.
Víctor González Gil es reacio a presentarse. Francisca Mateos le anima
y, aunque de mala gana, por no defraudarla, se presenta. Y le otorgan
la Medalla de Oro.
Elvira Mateos Rodríguez, hermana de Francisca Mateos, sufraga el
importe de la Imagen, liberando a su hermana Francisca Mateos de la
gran preocupación de saldar su deuda. Se empeña, al menos, en pagar la
Cruz. Redactan un nuevo contrato con el fin de que figure el nombre de
Elvira Mateos.
El 28-02-1960 Francisca Mateos envía a una Misión de Perú una
reproducción del Cristo de la Victoria, en pasta de madera, que había
encargado previamente a Víctor González Gil.
10-04-1963 : Al fin Francisca Mateos llega a la Parroquia de San Millán
y San Cayetano de Madrid. La acompaña su hijo Belisario. Habla con el
Párroco, D. Valeriano Mateo, y llegan a un acuerdo firmando un contrato
los tres, en donde Francisca Mateos se compromete a reconstruir la
Capilla destinada a su Cristo a cambio de que el Párroco acoja a la
Imagen y a la Cofradía. Un duplicado del documento se envía al
Arzobispado.
01-03-1965: El Arzobispado comunica a Francisca Mateos que ahora
todo está en orden y que ya puede presentar los Estatutos definitivos.
15-03-1965: Francisca Mateos presenta los Estatutos al Arzobispado por enésima vez.
24-04-1965: El Arzobispado de Madrid-Alcalá aprueba los Estatutos
de la nueva Cofradía, que continúan vigentes sin modificaciones hasta
la actualidad.
13-10-1967: Francisca Mateos envía a la Unión Soviética otra imagen del
Cristo de la Victoria, similar a la enviada a la Misión de Perú. Será
la única imagen religiosa que entre en el país desde la Revolución de
1917. Actualmente se exhibe en la fortaleza de Serguei Posad
(Rusia). |
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