Busto en honor de la
artífice del CEIP |
Obsesionada por la
Cultura, Dª Francisca Mateos luchó denodadamente contra el analfabetismo
desde su raíz, ampliando las plazas escolares. En 1968,
cuando ya contaba con 64 años y siendo
Directora-propietaria del Grupo Escolar República
Dominicana (Madrid), toma la decisión de fundar un nuevo
Grupo Escolar en Carabanchel (Madrid).
Siendo consciente
de las carencias que existían en el barrio en el que
residía, acudió al Ayuntamiento para solicitar los
permisos y las ayudas correspondientes. La falta de
recursos en el Ayuntamiento del Distrito le
obstaculizaron en un principio el proyecto: no existía
dinero ni terreno. Sin embargo, esto no supuso que Dª.
Francisca desistiera. Conocía muy bien el barrio y sabía
que existían terrenos de titularidad pública en la zona,
aunque desconocía exactamente sus límites. Del
Ayuntamiento sacó la promesa de concederle todo el
terreno público que encontrase en la zona. Y, lanzado el
reto, se dirigió al registro de la propiedad y estudió
todos y cada uno de los planos, hasta que localizó la
superficie que necesitaba. Poco tiempo después ella
misma se encargó, con el plano en una mano y la azada en
la otra, de acotar el terreno disponible. Hasta el
momento de empezar las obras pertinentes, se hicieron
huertas para empezar a garantizar el autoabastecimiento
del comedor. Con las huertas ya creadas y ante la
urgente situación existente, se utilizaron barracones
como improvisadas aulas. Aquel grupo escolar improvisado
fueron las llamadas "Escuelas de Allariz", por estar
situadas en la calle homónima. Con el tiempo, aquellas
escuelas con 32 aulas se han ido modernizando. El
Ayuntamiento y todos los vecinos quisieron otorgar el
nombre de Francisca Mateos al Centro, pero ella declinó
tal honor por considerarlo un culto personal
innecesario. En su lugar propuso el nombre de Antonio
Machado, poeta e intelectual represaliado por el régimen
dominante. Aquella propuesta hubiera levantado una
polémica de consecuencias nefastas de no haber sido
realizada por una persona con la autoridad moral y
profesional de Dª. Francisca Mateos. Y, por complacer
sus deseos, así se hizo. En la actualidad el C.E.I.P.
Antonio Machado es un gran complejo escolar público que
lleva mas de 40 años impartiendo la enseñanza. En 2008
se homenajeó a su fundadora y se descubrió una estatua
con su nombre.
Si ya su vida
profesional fue brillante y productiva, habría que
añadir una trayectoria personal aún mas asombrosa. En la
actualidad, las personas que le conocieron personalmente
todavía la alaban. Personas de todo tipo y condición:
desde los que ocuparon cargos públicos, compañeros de
profesión, vecinos, amigos, alumnos....Una auténtica
institución y un ejemplo de conducta para los demás.
Siempre aportaba una solución para todo, un sitio en la
mesa para el visitante, unas palabras de consuelo para
el que lo necesitaba, tiempo para hablar y reconciliar a
las personas. Su extraordinario carisma y su profunda fe
en el Cristo de la Victoria le convirtieron en una gran
humanista. Lejos de interpretar la vida desde un prisma
de intransigencia religiosa, Dª. Francisca mantenía sus
profundas convicciones religiosas respetando las ideas y
creencias de los demás, predicando con el ejemplo. La
Cultura no está reñida con la fe, y se puede aprender de
los demás cuando existe una voluntad positiva. Esta
voluntad positiva es la que une a las personas bajo un
paraguas de amor, comprensión mutua y solidaridad.
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