EL ISRAEL GENOCIDA Y CRIMINAL
 

Los ciudadanos de mundo entero se están manifestando en contra del genocidio que está cometiendo Israel contra el pueblo palestino. Las Naciones Unidas han condenado por unanimidad este monstruoso crimen de Estado. Pero esta decisión no es vinculante ya que los EE.UU han hecho uso de su Derecho de Veto. La insana alianza entre Israel y los EE.UU de América es una unión más fuerte que la provocada por el amor: la de un común remordimiento de conciencia.

EE.UU. está atado de pies y manos por Israel. Le debe gran parte de su poderío internacional. Fort Knox almacena de forma oficial desde 1937 gran parte de las reservas de oro de Israel, que ha confiado su oro al gobierno de los Estados Unidos. Y EE.UU., a su vez, pone contra las cuerdas a la Comunidad Internacional ante cualquier decisión que tome esta en contra de los intereses de Israel.

En un mundo capitalista como en el que vivimos el oro es poder y el poder de los EE.UU. se lo debe a Israel. Y tanto uno como otro persiguen un mismo objetivo: la hegemonía mundial.

En Octubre de 2002, el embajador de Israel en España, D. Herzl Inbar, propició una entrevista con el presidente de nuestra Fundación, D. Belisario Sánchez Mateos al que acusó desaforadamente de proteger a un enemigo de Israel, condenado por los Tribunales de Israel “de  reconocida independencia e integridad judicial, por atentar contra la seguridad del país”.

D. Belisario Sánchez Mateos respetuosamente le respondió que sus respectivas concepciones de Democracia diferían totalmente ya que, desde su punto de vista, no era democrático el negarse a aceptar un Tribunal Penal Internacional, el incumplir las resoluciones de la ONU durante más de sesenta años, el violar la correspondencia privada de nuestra Fundación, el secuestro de personas como el perpetrado con D. Mordechai Vanunu en Italia, miembro de nuestra Fundación, y trasladarlo ilegalmente a Israel donde fue condenado a 18 años de prisión simplemente por haber alertado al mundo, con pruebas fehacientes, de la proliferación del arsenal atómico de Israel. Y, añadió su estupor ante la actitud de los Tribunales de Israel “de  reconocida independencia e integridad judicial”, poniendo en libertad al señor Yonah Avrushmi, que había arrojado una granada contra una manifestación de Pacifistas provocando una masacre.

Los mismos judíos redactaron sus planes secretos en sus famosos y espeluznantes “Protocolos de los sabios de Sión”. Aunque ellos niegan su autoría podemos comprobar que puntualmente se están materializando escrupulosamente.

Ya, en 1920, el empresario estadounidense Henry Ford, en su libro “El judío internacional” alertó al mundo del peligro sionista para todo aquel que no practicara su religión y sus ideas. Avalaba su relato describiendo el comportamiento judío a nivel histórico, su rechazo a la integración con pueblos de culturas diferentes a la suya, su insaciable sed de poder y expansionismo, y a sus intrigas criminales.

Según Ford, debido a la discriminación propiciada por los propios judíos y a su comportamiento asocial y antihumanitario, fueron expulsados de todos los países donde intentaron establecerse. Desde la antigüedad, como Egipto y Babilonia, pasando por los Reyes Católicos, en España, Francia, Alemania, Inglaterra, etc.

Palestina es el nombre que le dio el Imperio Romano a ese territorio. En tiempos de Jesús estaba compuesto por tres regiones, Galilea, Samaría y Judea. En 1881 se inició la primera oleada de inmigración judía a Palestina, motivada por las persecuciones a las que eran sometidos los judíos en Europa. Inglaterra se libró de ellos a través de la Declaración de Balfour, manifestando públicamente su apoyo hacia el establecimiento de un “hogar” para el pueblo judío en la región de Palestina. El 14 de mayo de 1948, de modo unilateral, los sionistas proclamaron la fundación del Estado de Israel en la tierra de Palestina.

Y es ahora, en este lugar, donde Israel, los hijos del Holocausto, que tan bien han rentabilizado,  se ha quitado la careta otra vez y se está mostrando tal y como es: un país criminal y genocida al que no le importa las vidas humanas del personal civil, sometiendo a un verdadero holocausto a todo un pueblo que les acogió con esperanzas de una convivencia pacífica y que solo reclama el fin de los ataques militares, la devolución de los territorios ocupados, la vuelta a las fronteras anteriores de 1967, Jerusalén como capital y el retorno de los refugiados.

Pero Israel, obsesionado con exterminar al pueblo palestino, no cejará hasta su exterminación total o expulsarlos a Jordania. De conseguir este objetivo, los siguientes bocados expansionistas serán Iraq y Siria.

Todo aquel que no se posicione en contra de Israel es tan criminal como él.

 

 

Volver a Noticias